Los inicios profesionales de Carme Riera estuvieron vinculados al diseño textil que marca su trayectoria artística. A partir de 1976, deja atrás toda la posibilidades que le ofrecen los materiales, los objetos, palabras, las técnicas tradicionales etc, y emprende un camino de exploración con una total libertad en el uso de los procedimientos artísticos. Buscando los signos, la imagen fotográfica para ofrecernos obras que se nutren del mundo exterior y más próximo: el mar, la tierra, el paisaje … Del mundo interior: vivencias, historias, inquietudes, obsesiones. Del mundo cultural y simbólico: obras que toman un carácter irónico, metafórico, simbólico, sensible, secreto e incluso de misterio.